Será porque morir es la costumbre
es de morir de lo que más vivimos.
Muere uno de amor, o de tristeza;
o de pena o de risa;
o de ganas de hacer una locura.
Muere de sana envidia
o envidia insana.
O de curiosidad o de impaciencia.
O si le van las cosas
como no es de querer, muere de asco.
O si ignora, se muere por saber
aquello que precisamente ignora…
Para después de todo uno morirse
de verdad y en silencio, por costumbre
de vivir de morir, un día cualquiera
que cierra el ejercicio de la muerte.
Será porque vivir no es más que eso.
(16 de abril 2008)
Siento disentir, querido Antonio, pero no se puede uno morir de tantas cosas. En el fondo eres un optimista, como yo soy, o era, o lo que sea.
ResponderEliminarUn saludo.
Betty B.
Puede que no, Betty B., puede que no. Pero hay que reconocer que en tal hablar hay todo un entrenamiento.
ResponderEliminarNeo-Barroco, muerte cotidiana.
ResponderEliminarEstupendo, como siempre.
Un fuerte abrazo,
Fran
Lo de "neo-barroco" me entusiasma. Muchas gracias, Francisco.
ResponderEliminarUn abrazo.