A esta hora pone el tiempo tu costumbre
delante de mis ojos.
Y te siento, como un escalofrío de la tarde,
recorrer la mirada;
como un afán sin alma en que repose,
sacudir el recuerdo;
como una extremidad de niebla y aire,
acariciar mi frente…
Y me quito el reloj y lo castigo
de cara a la pared por mentiroso.
A esta hora en que el tiempo me hace burla
y mis ojos se estrellan en tu nada.
(9 de mayo de 2008)
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