. . Sólo la oscuridad, sólo tenerte confusamente oscura; sólo ajena, a punto de no ser; sólo tu arena, el resto de tu tierra. Sólo verte en niebla indefinida, padecerte ausencia horizontal que el día estrena sin ser día, sin ser aurora plena, sin ser tú. Mirar… y suponerte. Sólo indagar tu sombra enajenada, ese resto de ti que el sol olvida y esparce por el mundo, indiferente. ¡Sólo tu confusión desdibujada! …Y a la luz castigar por distraída por sólo merecer tu sombra ausente. . 27 noviembre 2008 .