. . Para Charo . Perdóname haber sido prescindible. Perdóname al guerrero y sus batallas perdidas. Perdóname los ángeles oscuros, los relojes malditos y los días sin alba. Perdóname no ser quien hubiera debido: el arco bajo el cual ocurre lo imposible, la espada que convence al sueño inalcanzable, el alma que detiene el dolor y la ausencia… Perdóname esta sombra de luz inmerecida. Y tanta pequeñez… ¡Y mi ridícula grandeza! Perdóname que el tiempo no me haya perdonado y sólo hubiera noche después de mi palabra. . 28 ju lio 2011 .