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PROTESTA EN MADRID contra la visita papal
Varios miles de manifestantes reclaman "menos religión y más educación"
Jueves, 18 de agosto del 2011 (elPeriódico.com)
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PROTESTA EN MADRID contra la visita papal
Varios miles de manifestantes reclaman "menos religión y más educación"
Jueves, 18 de agosto del 2011 (elPeriódico.com)
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Me parece normal que reclamen educación. A costa de lo que sea. Es verdad: sin educación el hombre no se convierte en un idiota, sino en un absurdo, en una realidad prescindible que ya no puede ser animal –porque genéticamente se le ha olvidado– ni en sí mismo –porque no recibe la posibilidad de serlo–. Cosas parecidas ya las pensó Aristóteles. Se refería él a la sociedad, que –como todos sabemos– es la arquitectura diseñada en los planos de la educación y sin la cual el ser humano se queda indefinido en un limbo donde no llega a ser dios, pero tampoco la bestia precedente. Aunque, a veces, ni sociedades ni tiempos saben gran cosa de Aristóteles. Lo que tampoco parece importar a éstos ni a aquéllas. Sobre todo si la indignación de las últimas se convierte en indignidad; o en otros “in” más patéticos que se creen incuestionables porque azarosamente coincidieron con lo indiscutible para acabar proclamando lo que menos querrían: su triste ignorancia, que arrastra un “in” diluido en la gnosis, es decir, en el conocimiento.
Por eso me parece plausible que demanden “educación”, de cuya escasez, sin embargo, no tiene culpa alguna el cristiano católico peregrino que ha venido hasta nosotros desde lejísimos con la inocente intención de coincidir en el signo de su esperanza.
Lo peor, lo más triste, lo más indigno de una idea es mostrarse inhóspita con cualquier otra que viaja para coincidir con su esperanza. Ahí, precisamente, es donde se entiende que, para paliar tan aberrante hostilidad, exijan justamente una educación mayor.
Sin duda, para no deambular en el metafísico limbo aristotélico...
Con toda seguridad, para no disolverse en el animal que fueron o esparcir la impotencia de pretenderse el dios que nunca serán.
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Por eso me parece plausible que demanden “educación”, de cuya escasez, sin embargo, no tiene culpa alguna el cristiano católico peregrino que ha venido hasta nosotros desde lejísimos con la inocente intención de coincidir en el signo de su esperanza.
Lo peor, lo más triste, lo más indigno de una idea es mostrarse inhóspita con cualquier otra que viaja para coincidir con su esperanza. Ahí, precisamente, es donde se entiende que, para paliar tan aberrante hostilidad, exijan justamente una educación mayor.
Sin duda, para no deambular en el metafísico limbo aristotélico...
Con toda seguridad, para no disolverse en el animal que fueron o esparcir la impotencia de pretenderse el dios que nunca serán.
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Lo que había que reclamar pero de forma seria y rigurosa es RESPETO, respeto por el otro , por su forma de ser , por sus creencias ,por sus ideas, por su libertad de ser y de manifestarse , de como quiere aparecer ante los demás.En definitiva pensar simplemente que un poquito mas allá de sí mismo, solo un poquito más allá existe el "OTRO"
ResponderEliminarPero mientras muchos de nuestros congéneres se piensen el ombligo del mundo y con lo único que hablen sea con la imagen que refleja el espejo del cuarto de baño,no va a ser posible otro comportamiento en algunos de ellos.
¡Qué pena!
Un beso ,Antonio, de Doña Anónima
Totalmente de acuerdo contigo, Doña Anónima; como conmigo lo estarás tú al yo acogerme, literalmente, a esa demanda. Lo que este país necesita es educación. De la de verdad quiero decir, de ésa que le permite al hombre no ignorar con deliberada "torticería" de dónde proceden los valores y causas que dice defender. Y entonces sí, entonces habrá respeto.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aportación, y un beso.
http://youtu.be/bL00gx7jGu4
ResponderEliminarCreo que la respuesta está aquí.Un beso. doña Anónima
No estoy muy convencido, Doña Susi, de que en algo tan vaporoso y antojadizo como el "viento" se encuentre la solidez axiológica que, en mi opinión, necesita el hombre. Pero es una canción sincera, y la sinceridad merece siempre todo mi respeto.
ResponderEliminarGracias de nuevo.
Yo creo que sí, sin el viento, el hombre no se hubiera levantado un ápice de la tierra, no hubiera sido capaz de tener una perspectiva diferente, para poder pensar , imaginar, soñar, no se hubiera abierto su mente para poder entender otras culturas, otras gentes y eso en educación es enormemente importante y enriquecedor.Volvemos a lo mismo es ver al "Otro" para ser mejor y comprender sus necesidades y sus puntos de vista, ya que la educación ,Amigo mío, tú lo sabes bien, es abrir la mente al conocimiento, pues aunque suene a tópico todo lo que se impone y se desconoce se teme y normalmente se odia y termina po ser agredido.El viento es la libertad, esa es su fuerza.
ResponderEliminarUn beso
Doña Anónima
Y… ¿qué ocurre, amiga mía, cuando la “imposición” se ignora porque es consecuencia de una falsificación? ¿Qué pasa cuando la imposición se asienta y no sabe que es impuesta porque se ha desposeído al asentamiento de la educación que permitía desenmascararla…? Entonces el viento, humanamente hablando, no es la búsqueda de un equilibrio entre niveles térmicos diferentes, como ocurre en la naturaleza, sino el soplido interesado de los grupos de poder sobre los valles sin arbolado –sin educación–, que lo único que sufren es su erosión dramática.
ResponderEliminarBesos eólicos (de verdad)
¡Ah! ¡No,No!No!
ResponderEliminarLa imposición y la falsificación , no son más que una seudoeducación , por tanto ,para eso está el viento ( LA LIBERTAD) para desenmascarar a todos esos falsos educadores.Nunca , el viento, permite,que eso dure demasiado , termina por quitarle la careta a los demagogos, a los teóricos, por eso todas las culturas acaban por destruirse a sí mismas.
Hasta esta cultura hedonista en la que hemos vivido tanto tiempo empieza a devorarse a sí misma y despues de esta crisis ( por otro lado necesaria)aparecera un nuevo horizonte. ¿Será mejor?........
Lo veremos.
Un beso de luna .
Doña Anónima
Me rindo, Doña Anónima. Sea como vos creéis (¡ojalá sea así!), aunque yo sea incapaz de percibir tales vientos y solo advierta la cutre imitación de unos cuantos ventiladores.
ResponderEliminarGracias una vez más.