Ir al contenido principal

A/A Caballero inactual




Me gustaría volver a hablar contigo. Aunque, más que una apetencia, es una necesidad; ya sabes, cuando el mundo elige ‘colores’ raros, echo muchísimo de menos tus pinceles sin hoy. Es un mecanismo de defensa, una comezón por redescubrir claridades al margen del tiempo. Tú eres un especialista en los matices acrónicos de la esperanza, ésos que a veces pintan paisajes que no hallarán jamás escena en nuestros ojos; paisajes que, sin embargo, inventan la ilusión suficiente para empujar hacia delante la vida que nos queda. Después de todo, vivir es dibujar un futuro que jamás ocurre, un después en el que pasan otras cosas que no tienen que ver con las que esperábamos. Pero no importa: si el alma se ejercita en presumir la maravilla, el hombre se fortalece para afrontar su imposibilidad; siempre será capaz de reconstruir aquélla.

Por eso me gustaría hablar contigo, para escuchar noticias ajenas a los hechos, crónicas de alguna hazaña sin aquí y sin ahora. Porque ahora y aquí no hay más que lodo y desencanto; indignación y rabia; sofismas e injusticia. Ahora y aquí, querido amigo, no queda nada más que la escena en blanco y negro de un vertedero donde se pudren los ‘tetrabriks’ vacíos de las viejas ideologías mientras los miserables escarban en los desechos de un banquete antiguo.

Por eso me gustaría hablar contigo, porque las palabras de los hombres ya no saben inventar la Historia para que el tiempo sea digno de ocurrirle.


Comentarios

  1. A pesar de todo, resurgirá otro tiempo y se dibujaran nuevos paisajes en nuevos lienzos, querido Antonio.

    P.D. Pido disculpas por la intromisión.
    Ojalá que encuentres a tu amigo y puedas."nombrar de imaginaria  la esperanza, mientras la noche"
    Un beso esperanzador
    Doña Anónima

    ResponderEliminar
  2. Esta vez sí, querida Doña-Anónima; esta vez sirvió la abreviatura para sortear las zancadillas de los ‘pretorianos informáticos’.

    Gracias por tu visita y tus palabras. Y por esa referencia de tan amable lealtad. Hagámoslo pues, nombremos “de imaginaria la esperanza…” mientras pasa la noche.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Bueno,también puedes hablar con Circe...

    A veces hablar con alguien que no está puede ser reencarnase de nuevo o un suicidio.

    Un beso "casi vacacional".

    ResponderEliminar
  4. Querida y temida Circe, estoy tan harto de todo que, más que hablar con nadie, lo preferible sería que me convirtierais… en piedra. Emocionalmente es más aséptico.

    Gracias por tu visita, y un beso.

    ResponderEliminar
  5. jaja...Bien,te puedo convertir en el David de Miguel Angel,que es una escultura muy hermosa.

    En cuanto a la hartura...ya se ha hecho crónica.

    ResponderEliminar
  6. ¿El "David"...? ¡Ya quisiera yo! Más adecuada sería alguna ficción de ésas que uno llega a inventarse en la madrileña Pedriza.

    ResponderEliminar
  7. MªMar Revuelta Saiz23 de julio de 2012, 21:35

    Es una de la mayores alegrias poder volver a leer tus poemas,me quedé en :"Fotogramas Liricos para una ciudad con mujer de fondo".
    Nos regalaste tu libro a todos tus alumnos de COU del Colegio Virgen del Alba. He encontrado tu blog y a tí mi querido D.Antonio,parece que te estoy viendo,vestido de negro,con tu gran bigote,tu melena y tu magnifica pipa que practicamente estoy oliendo.Soy Mar
    Revuelta Sáiz alumna tuya,que junto con Angel Serrano,Juan Carlos Garriga,MºAngeles Cuevas,Isabel Gomez,MªLuisa Martín,los hermanos Enrique y Eduardo,<Veronica Alía,Vicente Sarabia,en fín eramos un grupo de grandes amigos que os queriamos a todos los "profes" un montón.Fuimos la primera promoción del "cole" 1978-1979¿ lo recuerdas?.
    Gracias por tener un blog y seguir escribiendo,me agrada leer tus poemas y pensamientos.Cuanto nos has enseñado!!sin saberlo nos hiciste pensar,aprendimos a debatir,dialogar y a respetar a los demás.Gracias¡¡Tú si que eres un gran profesor¡¡.Bueno espero seguir leyendote y que sepas que tienes una nueva fan.
    Un fuerte abrazo de todo corazón.

    Mar.

    ResponderEliminar
  8. ¡Bendito sea Dios, Mari Mar!... Como agua de mayo –y eso que estamos en julio– me ha caído tu noticia: tengo tan seca la tierra del alma que no sabes hasta qué punto me alivian tus palabras. ¡Cuántos nombres del corazón y cuántas alegrías para le memoria! Claro que “recuerdo”: son años como no he vivido otros porque eran los del entusiasmo y el principio. Que me digas que os hice ‘pensar’, y aprender a ‘debatir’, y a ‘dialogar’, y a ‘respetar a los demás’ es más consecuencia de tu enorme generosidad que de mi poco quehacer. Pero no importa: me hace igualmente feliz; sobre todo porque me permite saber que vosotros seguís ahí, del otro lado del tiempo y el mundo que nos toca, como un jardín amable para pasear la memoria con vosotros.

    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  9. Gracias!,siempre tan amable,elegante y cortés.
    Han pasado tantos años,tantas cosas,tantos momentos....,pero... 'Como decíamos ayer',efectivamente parece que fué ayer.
    Lo poco que he podido leer del blog me gusta mucho,así que tengo un estupendo trabajo por delante para ponerme al día.
    Quiero decirte que es una maravilla saber que tú también estás ahí.

    Un beso con todo mi cariño y admiración.

    ResponderEliminar
  10. Lo que en verdad es de agradecer es tu espléndida voluntad al considerar que tienes un ‘estupendo trabajo’ por delante leyendo mis imaginarias.

    Recuerdos de mi parte si te cruzas con alguien de aquellos felices días.

    Un beso, mi querida -y también inactual- alumna.

    ResponderEliminar
  11. A mi también me gustaría volver a hablar contigo.
    ¡Se oye tanto tu silencio...!

    Un beso

    Doña Anonima

    ResponderEliminar
  12. Gracias por la visita. Tal vez un día de éstos me dé por volver.

    Un beso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

La metáfora amable

El mundo está tenso, enrarecido. Casi todo lo que uno oye o lee es desagradable; y si no lo es, parece contener un inquietante presagio. A los felices veinte del pasado siglo les sucedieron los amargos treinta y los trágicos cuarenta. Latía extraño el hombre, y cuando el hombre late de ese modo, algo podrido cocina la historia. Cientos, miles de veces ha ocurrido así. Para Sísifo –siempre Sísifo–, al final del esfuerzo sólo está la derrota. Su modesto placer de coronar la cumbre es efímero y repetidamente inútil. No hay paz ni paraíso al cabo de la escalada; sólo desolación, tristeza, crueldad, destino… ¿Existe el destino? ¿Debe ocurrir siempre lo que siempre ha ocurrido? ¿Es de verdad la historia la brillante sustitución de la fatalidad natural por la libertad humana o es simplemente la metáfora amable de la ‘ordenada’ crueldad de aquélla? Las especies combaten, y se destruyen y sustituyen. ¿Y las culturas? ¿Y los pueblos del hombre?... ¿Qué de especial creímos ver en los h

El destino de las supernovas

. . Luz, ¡más luz! J. W. Goethe …somos polvo de estrellas C. Sagan La mayor parte de los átomos es vacío . Al cielo le ocurre algo parecido con la oscuridad. La luz es toda una excepción: un paseo puntual de diminutas y alejadas insolencias. Porque la luz es una insolencia, un atrevimiento, una osadía rodeada de sombras que, al cabo, revienta hastiada de tanta y tan constante hostilidad. Luego se esparce en la noche, como un raro prodigio, y siembra lugares y posibles miradas. Del agotamiento de la luz ante su empresa nacen rincones en la oscuridad, surgen otras diminutas y alejadas insolencias que miran al cielo y admiran su vencida hazaña. Eso dicen al menos los sabios que de aquélla saben. El hombre es la mies de una derrota, el pan de un desastre. Pero también el atleta que recoge el testigo de una rebeldía luminosa. El hombre es un héroe trágico que se obstina en la luz, como la luz se obstina en no ser su contrario. Supongo que es así porque si no, ser humano sería una indecenc

La tristeza de la inocencia

Por Julia y a su hijo Julio Me han llegado noticias tristes por ese golpe tan temido de los teléfonos, repentinos y traidores como es su costumbre. Un familiar lejano, una mujer, mayor desde luego, aunque eso... ¿qué importa? …Y  he pensado en uno de sus hijos; un niño detenido por la vida, varado en una luz de infantil inteligencia que oscureció la caprichosa divagación de un cromosoma y nació bendecido de inocencia interminable. He pensado en ese niño, que ha cumplido ya los años de los hombres, aunque no sus soberbias ni vanidades... Y he pensado en la tristeza y el abandono, un abandono en su caso más cruel por la distancia inmensa de los otros. He pensado en el desconcierto de su ternura mirándose al espejo; y en el estupor de su niña memoria ante el beso sin labios de su madre. Un río de pequeños recuerdos; tal vez, algunas lágrimas; un no saber, un  sí sufrir la soledad repentina, inexplicable...Y el dolor de su alma en carne viva golpeándose desconcertada