Porque es triste, muy triste. Porque es inmensa la decepción que sabe la tristeza. Porque han oxidado el presente y amputado la esperanza. Porque han hecho del ayer coartada, del hoy embuste, del mañana vértigo. Porque insultan la vejez que el viejo se merece. Porque anochecen la promesa que la juventud aguarda Porque comercian con la fe del inocente. Porque se han permitido la abundancia robando a la pobreza. Porque son iguales; sólo ellos –¡todos ellos!– iguales. Porque cercan y se baten como lobos por devorar la cierva que aún palpita. Porque han hecho de la tierra de todos cortijo de unos cuantos. Porque ensucian las palabras cuando hablan, Porque pudren las ideas si las piensan. Porque mienten… ¡Porque es triste, muy triste, la filiación de un español en estos días! 27 mayo 2013