En realidad, este soneto tiene sentido leído , si alguien hay que quiera hacerlo, a continuación del publicado ayer. Una retractación de la desesperanza sólo puede entenderse después de su experiencia. Quiero las horas nuevas, que han perdido su norte en los relojes de los hombres, las horas del amor, no de su olvido, los nombres nuevos de sus viejos nombres. Quiero creer que el sol sigue en sus trece de encender horizontes a la vida, que el tiempo no es del tiempo, que obedece la esperanza en los días encendida. Quiero la eternidad a que se atreve la voluntad de ser una grandeza, no su cobarde pequeñez aleve, no la claudicación, no la tristeza. Quiero la luz, el pájaro insumiso, la rota libertad del paraíso! 14 de junio de 2016