Mi voluntad se ha muerto una noche de luna en que era muy hermoso no pensar ni querer... Manuel Machado De cuando en cuando me gusta volver a los poetas invisibles, a los viejos poetas que apenas tienen lugar en la común memoria. Y es que, últimamente, la común memoria está tan llena de vulgaridad que aburre, si no desespera, la ocupación del alma. Odio el contacto con lo cotidiano, tan adornado de porquería, tan cutre, tan desolador. Lo que no es crimen es fraude; lo que ni aquello ni esto, meridiana estupidez. A veces tengo la impresión de haberme dormido hace mucho tiempo y ser víctima de una soez pesadilla. Pero, por más que me pellizco, no consigo despertar. De cuando en cuando me distraigo con libros añosos. O veo películas antiguas y escribo sonetos para matar el tiempo. Y digo “matar el tiempo” porque eso es lo que quiero. No simplemente dejarlo pasar, sino impedir que ocurra. Tenderle una emboscada y apresarlo y juzgarlo ante todos los ho...