. En Coslada, Madrid. Otro verano besando la costumbre del solsticio. Tú, donde siempre: allá en el edificio perfecto de un delirio transmundano. Tú donde tú… Y yo, en el mano a mano con la tierra, el olvido y ese oficio de inventarle a la luz un artificio que para nadie alumbra. Luce en vano la palabra en las noches estrellada; gravitación inversa del deseo que se arroja a la altura para nada; para sacar a un verso de paseo, como a un perro, y caer donde no existe nada más que una ausencia larga y triste. 25 de junio de 2009 .