Qué rara sensación vivir tan cerca de dejar de vivir y no importarme, ni querer apremiarlo o entorpecerlo, ni desear que ocurra o que se impida. Qué raro así vivir, con todo ya camino de su nunca, sin mi gente, que ya sólo en los álbumes habita, sin las calles aquellas, sin aquellas palabras que ordenaban el destino y las horas amables... Ya no acampan los sueños en mis noches, ni en mis días las vigilias fabulan horizontes. Todo parece ya que está cumplido, que no hay después que aliente al viejo ahora ni hazaña que cumplir. No queda tiempo. Qué rara sensación seguir paseando con esta indiferencia por las calles que fueron de mi gente, repitiendo los verbos que aprendiera de sus labios, sin importarme ya que nada sea o deje ya de ser… Y, sin embargo, aborrecer tener que así perderos, mi pequeño plural, que aún tanto amo. 30 agosto 2020 Foto original de Alex Carrillo