Se me ha llenado la vida de demasiados ayeres. Es cosa normal a mis años. Para un viejo, recordar es la definición del instinto de supervivencia. Y hoy, hundido en estos días tan térmicamente espesos, me ha saltado en la memoria una entrada de "Al atardecer" que hablaba del mismo sentimiento sobre julio que tengo enquistado en el alma desde hace muchísimo tiempo. Así que me plagio –¡tengo derecho a ser mi propio sinvergüenza!– porque quería escribir y tenía pereza de hacerlo. Por eso no me limito a poner un vínculo que al hacer clic sobre él te lleve al rincón que pretendes. Eso sería citar, no plagiar. Mi pereza, entonces, no sería enteramente indecente... Tengo malos recuerdos de estos días; mala memoria de un remoto entonces, cuando era joven y se me murió un amigo el día en que el hombre pisaba la Luna. Puede que por eso haya puesto a este mes de cara a la pared y siempre quiera que se pase muy deprisa. Se me hace antipático su rigor, se me hace insufrible su...