En Coslada, Madrid, por los rincones de una noche de agosto en luna nueva, bajo la oscuridad y a trompicones paseo un corazón que no se lleva. Un corazón vulgar, una tontada al cabo prescindible y compartida: el común equipaje hacia la nada que factura los restos de la vida. Como a un perro que ladra y nunca muerde paseo una pasi ón que no se lleva; su verso es sólo un ruido que se pierde en la noche de agosto y luna nueva. En Coslada, Madrid, donde he vivido con un verbo disuelto en su latido. Coslada 28 agosto 2022