Dime: ¿tan fuerte mal, cómo es tan largo?
Y mal tan largo, di: ¿cómo es tan fuerte?
Juan Boscán
Es un dolerme distraído, a un lado
de la respiración, pero constante;
justo aquí, donde dobla la inquietante
esquina vertebral de mi costado.
Una señal tal vez, quizá un recado
de impaciencia del alma; una apremiante
protesta, un declarar que ya es bastante
el tiempo en este pozo enajenado.
Es un dolor que advierte una locura,
que se quiere arrancar de donde duele
por sanar más allá de su frontera…
Y herir la latitud de la ternura
donde el dolor de serlo se rebele
y halle puerto el afán de su galera.
(15 de julio de 2008)
Como diría el clásico, buen soneto, "por no hacer mudanza en su costumbre". Me quedo con los cuartetos. Algún día de estos me lanzaré yo con otro, que ya hace demasiado que no los retomo. Mientras tanto, te recomiendo el último de Octavio, que se ha superado a sí mismo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan Antonio, y a ver si es verdad y "te arrancas" por sonetos de nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo y sigo tu recomendación.