No fue un sueño, sino un fraude;
una mentira que se embozó de un sueño.
Poblar los días de sueños es
embellecer la soledad del justo; arañarlos con mentiras es abrir heridas a la
esperanza y llagas a la desolación.
Porque de los sueños se
despierta, pero de las mentiras se muere. Los primeros conocen sus fronteras y
se saben irreales. Las mentiras, sin embargo, esconden sus lindes para enajenar
la realidad.
La ficción es pragmática: obtiene
la eficacia a costa de actos indecibles. La ensoñación, en cambio, no invade la
verdad, sólo consuela al alma y espera lo impensable
Por eso los mundos del hombre no
estallan por culpa de sus sueños, sino a causa de sus ficciones. De éstas es el
fin de la paciencia, la ira de la espada, la rabia incontenible de la
desesperación.
Poned un sueño en el norte
sabiendo que nunca lo alcanzaréis y enterrad las brújulas de los almirantes espurios:
conquistar el paraíso que señalan las cartas de éstos no es más que desembarcar en una
falacia nueva.
La vida es lucha, pulso y
esfuerzo, voluntad y esperanza; un hacerse interminable, un sueño inacabado…
Nadie piense que ha despertado de
un sueño… Sólo hemos descubierto otra mentira.
21 diciembre 2012
Decía Ruiz Iriarte, que el delito de los que nos engañan no está en el engaño, sino en que ya no nos dejan soñar que no nos engañarán nunca.
ResponderEliminarEsto es lo mas terrible de todo, Antonio, porque si nos quitan los sueños no podremos seguir avanzando.
Aún así, yo siempre trato de recordar palabras de poetas que sembraís esperanzas.
Un beso y Feliz Navidad
Decía bien don Victor… Y Calderón, por ejemplo, cuando apostilla:
ResponderEliminar“…que aunque el dar la acción es
más noble y más singular,
es mayor bajeza el dar
para quitarlo después.”
Así es la crueldad del engaño.
Gracias por tus palabras.
Un beso… Y feliz Navidad, que es un bello sueño.
Antonio:¡ Gracias! tus palabras son para mí un gran regalo de Navidad.
ResponderEliminar"La vida es lucha,pulso y esfuerzo,voluntady esperanza;un hacerse interminable,un sueño inacabado..."Como dice Doña A. son palabras para recordar,y así lo hare.
Un beso muy fuerte y feliz Navidad
Muchas gracias a ti, Mar. Para mí, el regalo ha sido verte de nuevo por este oscuro rincón.
ResponderEliminarFeliz Navidad, Mar, y un beso enorme.
Feliz Navidad, Antonio. Mentiras, sueños y ficciones parecen a veces territorios limítrofes pero, tarde o temprano, cada una de esas palabras suele mostrar su bandera. Que estos días estén llenos para ti de verdad y esperanza.
ResponderEliminarUn beso.
“…Cuando el mozo se hizo viejo
ResponderEliminarpensaba: todo es soñar,
el caballito soñado
y el caballo de verdad.”
¡Qué cosas tenía Machado!... Sea pues: soñemos... un caballito de verdad.
Muchas gracias, Olga. Ya sabes que te deseo lo mismo.
Un beso.
O para que reviente del todo, que de vez en cuando tampoco viene mal. La vida es un hacerse, y un deshacerse, interminable.
ResponderEliminarFeliz Navidad, Antonio, para ti y todos los tuyos.
Gracias, Crista, por tu visita.
ResponderEliminarY feliz Navidad también para ti y quienes quieres
FELIZ NAVIDAD para todos los que nos encontramos aquí gracias a Antonio. Ojalá, Antonio, nos sigas brindando la oportunidad de leernos según nos va pasando el tiempo.
ResponderEliminarUn beso para ti y para todos.
¡Nada mejor que ser punto de encuentros tan amables!
ResponderEliminarBesos.
Somos materia de experimento,todo depende en que manos caigamos...
ResponderEliminarQue disfrutes en buena compañía estas Fiestas.
Un beso.
Puede que seamos “materia de experimento”, pero estarás de acuerdo conmigo en que también somos alma que no se conforma con las manos inicuas que se encuentre; por eso a veces estallan las probetas y el experimento se va a la mierda (perdón por la grosería).
ResponderEliminarA pesar lo misántropo que soy, tengo más y mejor compañía de la que merezco. Indudablemente, los demás sois mucho mejor que yo.
Un beso, y suerte con el experimento que te toque.
jaja...Esta "materia" nunca está contenta de casi nada,creo que así hay más para "experimentar",pero mil gracias.
ResponderEliminarCurioso,te "conocí" una tarde de Navidad disipando un atracón de polvorones.Han pasado cien años,o fué ayer?
No lo sé, Veridiana; si uno se para a pensar, “ayer” tiene la misma densidad ontológica que “hace cien años”: ambos son definitivamente atemporales. En realidad la proximidad o lejanía del pasado sólo depende del corazón.
ResponderEliminarAh… y mucha suerte con los ‘experimentos’.
Hum...Eres muy inteligente!!
ResponderEliminarBrindaré en Nochevieja por tí y esos amigos tuyos, de esta ventana.
Un beso de fin de Año.
Qué va, Veridiana; lo que sí tengo es la suficiente inteligencia para saber que no soy “muy inteligente”. En cualquier caso, gracias por tu excesivo juicio.
ResponderEliminarYo también brindaré por ti, mi temida Circe, y pediré que me conviertas en un ‘animal optimista’.
Un beso de año viejo (el adjetivo es por mí).