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Palabras para nunca y siempre

 

Por más que al mar echemos la red de la memoria, lo que al cabo permanece no es la faz de la verdad escurridiza entre sus aguas; sólo queda la trama, la enredada ficción de nuestra injuria. La verdad apenas es el impotente discurso de nuestra tristeza.





El hermeneuta (*)

 

He soñado un reloj en el que todo

lo posible es suceso y he sufrido

la hora más terrible de la Historia.

He soñado y he visto cada fulcro

de toda certidumbre amenazado

por el yugo implacable que encadena

la verdad tras la paz de la apariencia. .

He soñado ─pero no ha sido un sueño─

que podía leer en las entrañas

de la alada pupila del que miente;

y no puedo volver a ser el mismo. .

La Historia es enemiga, y espantosa

la red que filtra el mar de su memoria:

sólo los nudos de la urdimbre quedan,

la infamia fluye, lenta, hacia el olvido.

 

 

19 abril 2025

 

(*) Azuaga, Antonio. La asamblea de las sombras

EXLIBRIS EDICIONES S.L.

Madrid 1998


Comentarios

  1. Simplemente maravilloso. No se puede añadir nada. Un saludo.

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  2. No, Antonio, no dejaremos nada en el olvido, no dejaremos que la indecencia que tapa la verdad se quede enterrada en la oscuridad y el silencio. Habremos de tener el coraje de descubrirla, de enseñar su intención y cara a cara atrevernos a desenvainar nuestra espada contra todo para que no nos aceche el dolor de la mentira.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿De verdad, Susi? ¿De verdad crees que no vamos a permitir esa terrible disolución en el olvido? El poder impera, el poder inventa, el poder miente, el poder destruye...
      Graias, Susi. Reconozco que es preferible el aliento de tus palabras a la fatiga de las mías.
      Un beso.

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  3. Claro que si. Todo eso hace el poder y muchas más cosas, pero en lo que a mi respecta, yo no voy a rendirme a pesar de que mi esperanza y fe en el género humano es bastante insuficiente.
    No, no lo haré , no ayudaré a olvidar. Nunca.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El olvido no necesita ayuda porque no es una acción sino un destino. Como dice el poema, la infamia fluye hacia él. Lo que permanece es el entramado del poder, y éste si es una acción, pero ¿quién puede contra el poder?

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