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Me has hecho libre –y yo no lo quería–.
Me has dado una ciudad sin ti, unas calles
que no cruzo por ti, unos rincones
que no esperan de ti ningún prodigio.
Me has regalado un reino sin hazaña,
una tierra sembrada en el olvido,
un arado sin haza ni verano.
Y me has dicho: sé libre... Pero nunca
te pedí yo la propiedad del alma...
ni la empresa de ser cuando muriera
la sierva soledad de su esperanza.
21 diciembre 2009
Me has hecho libre –y yo no lo quería–.
Me has dado una ciudad sin ti, unas calles
que no cruzo por ti, unos rincones
que no esperan de ti ningún prodigio.
Me has regalado un reino sin hazaña,
una tierra sembrada en el olvido,
un arado sin haza ni verano.
Y me has dicho: sé libre... Pero nunca
te pedí yo la propiedad del alma...
ni la empresa de ser cuando muriera
la sierva soledad de su esperanza.
21 diciembre 2009
Mi familia tenía gran amistad con los Baroja, donde se reunían tardes de café y charla. Mi abuela, comentaba( como dice Pio): "Ser libre es caro, todo en esta vida tiene un precio"
ResponderEliminarUn beso sin precio.
¡Qué suerte la de tu abuela, Veridiana, poder charlar con don Pío!
ResponderEliminarClaro que es cara la libertad, aunque hay esclavitudes que no manumitiría todo el oro del mundo. Y sin embargo, también ésas salen al mercado y entonces la libertad se convierte en una condena. Pero esto ya lo dijo Sartre.
Un beso existencial.
Ay, pero existen condenas que uno elegiría muy a gusto, si tuviese la libertad de elegirlas... Ni nuestra propia entrega depende sólo de nuestra voluntad.
ResponderEliminarNo somos nadie;-)
Me quedo con la primera estrofa, y con ese reino sin hazaña regalado por una dueña que ya no quiere serlo.
Hermosa manera de agradecérselo, a tu pesar. Caballero hasta el final.
Un beso.
Sí, sospecho que estas penurias son cosa del “caballero”, ese tío raro que a veces se mete conmigo.
ResponderEliminarGracias, Olga, por tus palabras.
Un beso.
Casi una oración en el poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Capitán. Me gusta mucho esa lectura de “oración”.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡ Qué no te he felicitado !
ResponderEliminarPasa unos dias estupendos, divertidos y felices.
Además en estas fechas es nuestro Aniversario. Te"conocí" en una tarde tediosa y casi con una indigestión de polvorones.
¡¡ FELICIDADES!!
¡Qué descortesía por mi parte, divina Circe, no haber sido yo quien primero recordara tan grande acontecimiento! Me admira además que, juntándose “tarde tediosa” y “casi indigestión de polvorones” con estas imaginarias, salieseis con bien de la empachosa mixtura. ¡Cosas, sin duda de la divinidad que no somos capaces de entender los míseros mortales…!
ResponderEliminar¡Muchas felicidades, Veridiana, y siempre gracias por tu compañía!