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En Madrid cogí una vez
un sueño de cercanías;
y llegué hasta no sé dónde,
que era donde tú sabías.
Después de allí no hubo allá.
Y volví a Madrid de nuevo
respirando tu memoria
para no olvidar tu sueño.
Así están entre nosotros
las cosas de los andenes
por no dejarme llegar
a la ciudad que me debes
Ésa que no tuvo tiempo
ni reloj para inventarse:
un sueño de cercanías
que se empeñó en alejarse.
Y así yo, cada mañana,
compro un tique sin destino.
¿A dónde, señor…? –preguntan–.
A Nunca, que es donde vivo.
3 de enero de 2010
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Me ha felicitado el año –tarde por cierto, debe de ser cosa de la velocidad de la luz– con literarias evocaciones de sus amoríos. Lo único que me creo es eso de que vive en ‘Nunca'… Lógico: es su ciudad de siempre.
En Madrid cogí una vez
un sueño de cercanías;
y llegué hasta no sé dónde,
que era donde tú sabías.
Después de allí no hubo allá.
Y volví a Madrid de nuevo
respirando tu memoria
para no olvidar tu sueño.
Así están entre nosotros
las cosas de los andenes
por no dejarme llegar
a la ciudad que me debes
Ésa que no tuvo tiempo
ni reloj para inventarse:
un sueño de cercanías
que se empeñó en alejarse.
Y así yo, cada mañana,
compro un tique sin destino.
¿A dónde, señor…? –preguntan–.
A Nunca, que es donde vivo.
3 de enero de 2010
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Dale recuerdos al Caballero,que se vende muy caro. De aquí sacaba Sabina una buena canción...
ResponderEliminarUn abrazo
¿Cuanto cuesta el viaje hasta Nunca? No estoy seguro que yo me lo pueda permitir. Feliz año por cierto, perplejo y feliz. Yo también acostumbro a felicitar tarde el comenzo de año.
ResponderEliminarUn Saludo
Veo que las fiestas navideñas enardecen tu imaginación con entradas de verdadera antologia, algunas recuperadas de antaño y otras, cómo ésta, venidas desde unos cuantos años luz desde la ciudad de "Nunca".
ResponderEliminarVaya también mi felicitación para el año que empieza, y el deseo de poder seguir leyendo tus entradas llenas de sabiduria de la buena.
Un abrazo.
Gracias, Tato, se los daré de tu parte. En cuanto a Sabina, sin duda no necesita del caballero para sacar buenas canciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si tienes DNI (Documento Nacional de Inactualidad), te dan gratis un bono-joven (¡tú que puedes!) que vale para diez viajes.
Gracias, tocayo; te deseo lo mismo para este año.
Un abrazo.
Repito felicidades y agradecimientos, Montse, siempre tan decididamente amable con estas imaginarias.
Un saludo afectuoso.
P.D. Recibo tu “fe de erratas” sobre algunas tildes del comentario; no te preocupes: aquí más que escribir se habla y a veces las teclas no se portan como es debido. Te aclaro más en un correo.
Inactual sin duda, sus poemas y coplas tan buenos en un año como en otro.
ResponderEliminarManda por favor mis abrazos a Ningún Sitio, a ver si le alcanzan en ningún momento.
Muchas gracias, Capitán; se los enviaré en tu nombre desde cualquier parte y le llegarán en cualquier momento. Se los acercará Sir James M. Barrie, que trabajó por allí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Antonio, qué gusto venir aquí a estar un rato con el caballero. En Nunca tal vez no haya nada de la mezquindad que nos rodea, porque él siempre parece sin contaminar, perdido en sus viajes sin destino. Tal vez un día llegue a la cuidad que su amada le debe, y llegará impecable, recto, respirando entre coplas y copas. Quién estuviera allí para saludarle;-)
ResponderEliminarUn beso y a acostarse pronto esta noche, o los Reyes no te dejarán nada, je.
Yo creo que abusa de las coplas (no sé de las copas). El caso es que le tratáis muy bien. Para mí que no se merece tanto.
ResponderEliminarHaz tú lo mismo está noche; seguro que te traen dos o tres editoriales.
Un beso y abundantes Reyes, Olga
La Copla del Caballero Inactual, Antonio, me recuerda a esos sueños en los que estás persiguiendo a alguien, necesitas alcanzarlo... y casi lo rozas pero nunca acabas de atraparlo.
ResponderEliminarHas de reconocer que tu caballero, aunque llega tarde, da en la diana. Es un poco brujo. Porque a veces este querer y no conseguir nos sucede también durante la vigilia.
Precioso, Antonio. ¿Cómo será Ningún Sitio?
Un saludo cordial... mucho más atrasado que el del Caballero.
¿”Ningún sitio”…? Ya sabes, Sunsi, “ou-topos”, no lugar, ninguna parte… “Utopía”. Desde Tomás Moro ha dado mucho juego, positivo y negativo. Últimamente tiene mala prensa, aunque a mi me parece que es un buen lugar para descansar de vez en cuando. Porque no hay que olvidar que el primer “Ningún Sitio” lo definió Platón... ¡Y anda que no se lo reprochan!
ResponderEliminarGracias, y un saludo de la misma hechura.