De un tiempo a esta parte tengo ganas de muy pocas cosas.
O de cosas muy simples, de cosas muy-poca-cosa.
Cosas que no he advertido casi,
que fueron y, tal vez, no me di cuenta.
Tonterías quizá;
humildes alegrías o modestas tristezas.
Sonidos que vibraron en lejanos rincones
un día que no sé
cómo pudo enterrarse en tanto olvido.
De un tiempo a esta parte me cansan las palabras,
las errantes palabras que van de boca en boca y dejan mal aliento.
Y embrutecen audiencias y trafican con sueños inocentes
que venden luego al diablo.
Me apetece hablar conmigo sin embargo.
A solas, claro está,
a solas y apartado; no a voces con el mundo, rodeado de gente.
Me apetece leer los jeroglíficos
de los bajorrelieves del silencio
y estudiar la arqueología de las almas,
la ruina de sus triunfos y sus glorias,
de un tiempo a esta parte mientras todo es lo mismo:
lo que pasa y me cuentan, lo que es y detesto;
la falaz corrección de los imbéciles…
Ya sólo me interesan los signos irreales,
las señales que nunca tuvieron importancia,
las raíces cuadradas no posibles,
los bajeles fantasma sin puerto ni derrota,
las películas viejas
con malos sin escrúpulos y buenos impecables…
Ya sólo los días que no supe que eran únicos
y vinieron de noche y se fueron sin alba.
Y pasaron de largo…
De un tiempo a esta parte…, cuando todo es tan necio,
tan vulgar, tan de siempre…
Y mi pobre verdad, tan maltratada!
Septiembre 2020
Hoy me han dicho que estoy amargada porque no me hacen gracia los mensajes estupidos y vulgares de las llamadas redes sociales. Mira pues no, no me ha sentado mal. A lo mejor hay algo de verdad en ello, no lo sé,y, tampoco me importa. Al.parecer hay que estar siempre fotografiandose y riendo y a ser posible que refleje una enormisima felicidad que no se tiene ya que se empecinada uno en mostrarla de forma tan contundente, como tratando de convencer a los demás,a los que no estamos en las fotos.
ResponderEliminarViendo la realidad, no siento yo que tenga mucho de que reírme. En fin, mejor hablar consigo mismo. Mucho más sano.
Un beso
La verdad es que la palabra “red” tiene en general connotaciones poco simpáticas. Ya en la primera acepción, la RAE refiere su uso a “pescar, cazar, cercar, sujetar…” y, en efecto, no otra cosa es lo que hacen las redes sociales: pescar, cercar, sujetar… uniformar! Convierten todo en insoportablemente “uniforme” y no consienten que nadie ni nada se salga de su estúpido entramado. Desde luego andan muy lejos de esa larga tradición filosófica que arranca del “conócete a ti mismo” socrático (délfico en origen).
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Un beso
Hola, maestro. A mí siempre me gustó hablar contigo. Lo recuerdo. Y me ha dado una especie de pellizco en el corazón (re)leerte.
ResponderEliminarBetty B.
¡Betty B.! ¿De verdad eres Betty B.? Me fui de repente hace cuatro años, y volví de puntillas en pleno confinamiento. No avisé a nadie. En cualquier caso, te agradezco la visita y me alegro del reencuentro. Tendríamos que hablar mucho desde luego. Aunque me extraña que hayas firmado con ese nombre tan lejano.
ResponderEliminarUn beso