Righteous Brothers-Unchained Melod
Somos libres hasta que nos elegimos; luego sólo desarrollamos el yo que decidimos ser. Escribí esta pequeña verdad hace algunos años. Digo verdad porque, a poco que se quiera pensar, se entenderá que en ella van implícitas las dos ideas más grandes que, en algún momento desaparecido de la Historia, redondearon la definición del ser humano, esto es, la idea de libertad y la idea de compromiso. Por la primera nuestra imposible esencia resulta indefinida: exceptuando las determinaciones genéticas, somos naturalmente inacabados. Por la segunda, una vez que nuestro ser queda encadenado a lo que la voluntad elige querer ser, esa decisión nos compromete y, en consecuencia, la humanidad que nos define se hace moral, que es probablemente lo único, a excepción de la genética y el tiempo, que no podemos dejar de ser.
Poco de lo hasta aquí dicho es aportación mía; en casi todo hay un perfume gratificante y vital que no me corresponde. El jardín de este olor, sin duda, es Ortega y Gasset. Lo mío no es más que la desabrida maldición de un torpe jardinero que lamenta la indiferencia y la incomprensión de los paseantes. La libertad nos hace, lo que nos hace nos compromete, el compromiso nos engrandece, la grandeza nos define…
Y al llegar a este punto, luego de visitar las aldeas deshabitadas de nuestra libertad y nuestro compromiso, es cuando se comprende hasta que punto la verdad puede ser el jardín de una tristeza.
Si hay determinación genética, somos entonces medianamente libres, entiendo que es así?cuando, pues, elegimos ser libres?
ResponderEliminarUn beso
Empezando por el final: no elegimos ser libres, somos libres por naturaleza; la genética no nos determina, nos condiciona, por eso no podemos vivir bajo el agua, por ejemplo. Ese “medianamente” que dices, queda mejor aclarado por lo que Ortega llama “circunstancia”. Soy libre de elegir dentro de ella el yo que quiero ser y eso, por tanto, es mi compromiso moral, pero, evidentemente, no puede elegir ser Cyrano.
ResponderEliminarGracias por tu apunte y un beso.