En un ejercicio, orgulloso de su insignificancia, recupero estos "versos" que tan nada que ver tienen con todo en lo que aún vivo.
Uno espera y espera... Uno excede
la paciencia del tiempo, y aún espera
un renglón en el aire, una quimera,
un párrafo en la luz. Y no sucede.
Uno quiere poder lo que no puede:
romper con el silencio, esa manera
de estar dentro de uno estando fuera,
o estar donde no está cuando procede.
Un día, de repente, suena un sueño.
Se rompe el tiempo, el corazón se hunde,
la vida se conforma, cesa, calma
su agotadora desazón sin dueño.
Y esa voz que de pronto nos confunde
-un vínculo de viento- rompe el alma.
13 enero 2023
*La llamada v.2
Maravilloso. No tengo más que decir ni creo que sea necesario.
ResponderEliminarNo, desde luego... y es mucho. Gracias
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