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Me gustaría morir después de un día intenso, voluntarioso, obstinado en alguna indecible extravagancia, empeñado en cualquier incomprensión de ésas que arrastramos tras haber vivido entre todo lo demás tan comprensible. Me gustaría que Saturno anduviera entonces por el sur, que es el horizonte de mi terraza, y que yo estuviera sentado junto a mi viejo telescopio observando el discurso majestuoso y lento de su órbita. Y escuchar en la casa, mientras tanto, los pasos de quienes quiero; su ir y venir por las habitaciones y las cosas, sus voces dedicadas a los signos con que hice la vida; algo así como la música inefable en que hablan las esferas…
Me gustaría morir entre este corazón y el cielo, entre el lugar cercano de las almas que quise y el lejano espectáculo de lo inalcanzable.
Después de un día intenso y empeñado en lo indecible…
Después de cualquier día que aún se mereciera ser querido.
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Te gustaría morir vivo.
ResponderEliminarCon la posibilidad de la plenitud siendo todavía algo que nos quepa en la cabeza.
Pero no te mueras nunca, maestro.
Cierto, mi querida Olga, me gustaría morir como dices: ‘vivo’ y acariciando el cielo que no sabemos acariciar. Es lo que hace el astrónomo de Vermeer, ¿verdad? (seguro que recuerdas esa entrada).
ResponderEliminarGracias, Olga; hoy, especialmente por tu cariñoso renglón último. Aunque me temo que no podré cumplir la prescripción de ese “nunca”. Así que, cuando me muera, no piense su divina amistad que lo hago por descortés desobediencia, sino porque los mortales no sabemos eludir tan incómodo ‘pecado’.
Un beso.
La recuerdo, Antonio.
ResponderEliminarTe disculpo la posible descortesía por la imposibilidad de cumplir la orden, pero te la cambio por el deseo de que vivas durante mucho tiempo una vida plena, algunos ratos de felicidad y la completa seguridad de que tú, como los días, mereces ser querido.
Y que, además, al final te mueras vivo;-)
Un beso.
Estaba seguro de que mi tanática debilidad recibiría su comprensión y clemencia.
ResponderEliminarNaturalmente, me aplicaré en su alternativo “deseo”; con una pequeña modificación: yo no quiero vivir 'mucho tiempo', sino sólo ‘los días que merezca ser querido’.
"Sólo los días que merezca ser querido". Entonces, querido Antonio, de una u otra manera vivirás para siempre.
ResponderEliminarUn beso
Doña Anónima
Vaya, vaya Antonio...
ResponderEliminarHacía tiempo que no escuchaba esta variación de Rachmaninov. Me trae recuerdos.....
Sería una bonita forma de morir, después de un día intenso, plácido, en casa y mecido en los sonidos de los tuyos.
Pero queda mucho para eso. Y más si contamos los días que mereces ser querido. Infinito entonces.
Gracias Antonio. Es tan agradable encontrarte por aquí y encima con "hilo musical".
...Si fuera así, Doña-Anónima, sería porque la capacidad de querer de los demás es una auténtica hipérbole.
ResponderEliminarUn beso por tu cariñosa ‘exageración’.
Para “hilo musical”, Inma, el del instituto, a primera hora sobre todo; últimamente con Tchaikovsky (y Rachmaninov también, por cierto). Dan “ganas de vivir”, como me comentaba Concha el otro día. Quedémonos con esas “ganas”.
ResponderEliminarY gracias a ti por tu visita y tus palabras.
Un beso.
Es muy romántico lo que dices.
ResponderEliminarHasta con buena música, y contemplando los cuadros de Vermeer(uno de mis pintores favoritos),o con amor¡Morirse!me parece una indecencia.
Un beso mitológico.
Lo primero, Veridiana, agradecer una vez más tu leal compañía.
ResponderEliminar…Pero no estoy de acuerdo con eso de “romántico”. Romántico sería querer morir como Byron, en una tierra lejana por una independencia que no es cosa de uno; o como Larra que, un día como hoy, se pegó un tiro ante un espejo por unos amoríos malogrados. Lo que yo digo es muy poco grandioso y nada espectacular. Es un algo estoico y un bastante egoísta: morir sin gloria ni alharacas, pero dueño de una vieja felicidad.
Un beso.
Era otra época...
ResponderEliminarMe sigue pareciendo romántico tu deseo,en los tiempos actuales,pero es muy bonito.¡Me apunto!jeje.
Pues, una vez más, Veridiana, muchas gracias.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas veces pensamos como nos gustaria morir,por ejemplo a mi me gustaria morir durmiendo,sin sentir la muerte y pienso que cada uno tendrà una idea al respecto,lo importante de todo èsto es haber vivido intensamenete cada dia en èste mundo. Paola L.
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